La noche del jueves 4 de octubre de 2018 esta Red de Sobrevivientes realizamos una protesta fuera de la casa del cardenal Ezzati. Estas fueron las palabras que leímos:
La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia, de conciencia y de fe, en contextos eclesiales, se hace presente hoy ante la urgente necesidad de que la sociedad chilena tome conciencia que en todo Chile y durante décadas ha funcionado una organización criminal orientada al abuso y a la protección y el encubrimiento de dichos criminales. Y acá está uno de ellos.
Esa organización ha usado a la Iglesia Católica como tapadera para sus delitos.
Esa organización ha usado y abusado de la fe de las familias que participan de su credo para captar víctimas y abusarlas, para engañarlas. Para fingir que se ocupaban “del asunto” mientras aplicaban un manual global diseñado para la impunidad de los violadores y el abandono de las víctimas.
El Estado de Chile debe parar la violación sistemática de los derechos humanos que sufrimos y seguimos sufriendo los miles de chilenos y chilenas que hemos sido víctimas de esta asociación ilícita.
Es momento de que el Congreso Nacional apruebe la Imprescriptibilidad de los Delitos Sexuales contra la Infancia con efecto retroactivo, con sanciones penales efectivas y considerando reparaciones para los sobrevivientes.
Nuestra esperanza de vida es seis años más baja que la del promedio de la población de Chile. Todos los días lidiamos con las secuelas del abuso que padecimos de manos de delincuentes que encubren personajes como Ezzati. Él es responsable de que criminales como Karadima, Precht, Cox y cientos de otros menos mediáticos permanezcan libres mientras a nosotros se nos va la vida que nos queda.
Basta.
Exigimos al Presidente de la República Sebastián Piñera que de respuesta URGENTE a la carta que le entregamos hace más de un mes pidiendo la formación de una Comisión destinada a poner punto final a esta locura.
Estamos vigilantes y alertas a que la justicia chilena siga haciendo su trabajo para terminar con la impunidad de criminales como Ezzati.
Estamos vigilantes y alertas sobre los pasos de todos los abusadores y sus encubridores. A donde vayan los iremos a buscar, no los queremos paseando libres y tranquilos por las ciudades de Chile. Son un peligro para los niños, niñas y adolescentes.
Ezzati, que nuestras pesadillas te sigan a donde vayas, porque te pertenecen. Nuestra inocencia asesinada volverá sobre ti.
Nunca más solos, nunca más en silencio.
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