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7 formas de encubrir delitos en la Iglesia Católica

Estas son las siete formas en que la Iglesia Católica encubrió el abuso, según el Informe del Gran Jurado de Pensilvania sobre los crímenes cometidos por religiosas y religiosos y el comportamiento de la curia al respecto.


1. ENGAÑOS REITERADOS

La Iglesia Católica ha falseado a repetición las acusaciones contra sus sacerdotes. Graves ataques a menores de edad suelen registrarse como delitos menores. Al proteger a los sacerdotes, a los acusados se toman "licencia" en lugar de enfrentarse adecuadamente con las fuerzas del orden o realizar la denuncia.


2. INVESTIGACIONES TENDENCIOSAS

Las investigaciones a las iglesias son llevadas a cabo por otros miembros del clero. No sólo son individuos que carecen de entrenamiento, experiencia e imparcialidad para este tipo de situaciones, sino también para contener a las víctimas. No debería permitirse estas investigaciones a los miembros de la Iglesia sino a profesionales idóneos y preparados.


3. TRATO INJUSTO

Los delincuentes acusados se reportan en instalaciones de la Iglesia, que aceptan cualquier versión atenuada que ofrezcan. Las víctimas, nuestros niños, casi nunca son escuchados. Sin un diagnóstico específico y sin ninguna prueba de que algo haya sucedido, muchos sacerdotes son enviados de vuelta a sus tarea donde continúan cerca de menores. Se pasa por alto su mal comportamiento y la institución les da luz verde para seguir en ejercicio.


4. FALTA DE ACCESO A LA INFORMACIÓN

Los feligreses no están al tanto de las acusaciones por las que los curas abusadores fueron apartados. Se corre la voz de que simplemente se retiraron o que fueron trasladados. Los feligreses y los padres ni siquiera saben cómo estar atentos o buscar señales de que sus niños puedan haber sido abusados. Pueden estar despidiendo cariñosamente al responsable de los más terribles actos sobre sus hijos sin tener idea.


5. APOYO ECONÓMICO

Los abusadores dentro de la Iglesia reciben alojamiento, dinero y transporte de manera constante. Esto les permite contar con los recursos ideales para abusar de menores. Con el espacio y el dinero para acercarse a los niños, están provistos de todo lo que necesitan para continuar con sus perversiones a nuestras expensas.


6.TRASLADOS

Muchas veces, a los sacerdotes acusados de abusar sexualmente de un menor se les permite trasladarse a una locación diferente. Aquí encuentran familias nuevas y desinformadas. Reciben al nuevo cura sin tener idea de qué han hecho ni de las denuncias en su contra. Las altas esferas de la Iglesia esconden todo bajo la alfombra y mantienen el secreto ante la sociedad. Incluso los religiosos acusados de ataques o abusos sexuales, y que los han admitido, pueden muchas veces volver a ejercer sus funciones. Es sólo cuestión de tiempo para que vuelvan a cometer otro abuso.


7. FALTA DE COMPROMISO DE LA POLICÍA

A menudo los incidentes dentro de la Iglesia quedan sin denunciar. Si la policía tiene acceso, muchas veces los miembros del clero malinterpretan y distorsionan la denuncia. Se cuidan las espaldas entre sí y evitan "manchar" el nombre de su iglesia. En otras ocasiones, las denuncias se postergan, esperando que queden en el olvido. La gravedad de los crímenes y abusos, tanto como otras evidencias importantes, simplemente no son reveladas a la policía a tiempo, o nunca. Algunas comisarías son condescendientes con la Iglesia dado que muchos de los curas acusados son sus capellanes.




El informe completo puede ser visto en este link.

El documento fue publicado en julio de 2018.

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