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6 de Junio: Memoria y Dignidad para las infancias vulneradas en nombre de Marcelino Champagnat

Columna de Jaime Concha Meneses

Sobrevivientes Abusos Eclesiásticos

Instituto Alonso de Ercilla

Congregación Hermanos Maristas



El 6 de Junio la Congregación Hermanos Maristas celebra cada año la fundación de la obra del sacerdote Marcelino Champagnat. Es el momento en que toda la llamada “Familia Marista” le rinde honores al legado supuestamente virtuoso de esta Congregación Religiosa.


Inicialmente, Marcelino Champagnat se propuso educar a las infancias para convertirse en buenos cristianos y buenos ciudadanos. “Para educar a los niños hay que amarlos “, insistía Marcelino Champagnat.


Para aquellos que fuimos vulnerados en nuestros derechos esenciales mientras estuvimos al cuidado de esta congregación católica no es una fecha para celebrar, sino más bien para exigir la restitución de nuestra dignidad y construir memoria histórica para que estos crímenes contra los derechos humanos de tantas infancias nunca más vuelvan a repetirse. Porque para educar a los niños hay que amarlos y respetarlos, nunca abusarlos.


La dignidad humana es el valor que tenemos las personas por sí mismas, esto es, por el mero hecho de ser seres humanos. Y se traduce en el respeto, responsabilidad y seriedad hacia sí mismo y hacia los demás. Siendo contrario a ella la humillación y la degradación.


La memoria histórica es un derecho humano y un elemento articulador en la protección de otros derechos, suministrando con ello un conocimiento preventivo y de alerta frente a la no repetición de vulneraciones a los derechos humanos.


Somos evidencia de que en el Instituto Alonso de Ercilla de la Congregación Hermanos Maristas, ubicado entre las calles Maturana, Santo Domingo, Baquedano y Rosas, se han vulnerado sistemáticamente los derechos humanos de infancias a su cuidado. Podrán publicitarlo ahora como “Colegio Marista”, buscando con este cambio de nombre borrar un pasado imposible de saldar hasta que no atiendan a quienes fuimos víctimas de su Congregación.


En ese establecimiento, que debería haber sido destinado al cuidado y la educación de las infancias se escogió, se estableció un vínculo de confianza, se traicionó esa confianza sostenida en una asimetría de poder entre adultos representantes de la Congregación Hermanos Maristas y niños que acudían a estudiar su educación básica y media, y se cometieron sistemáticamente delitos sexuales crueles, aberrantes e imperdonables, al menos desde 1960, como ya lo han establecido las investigaciones canónicas ( justicia de la Iglesia católica) y el Ministerio Público de Chile.


Estos delitos sexuales se han acompañado de abuso espiritual, abuso de poder, maltrato físico, silenciamiento y devastadoras consecuencias en lo afectivo, psicológico, sexual, espiritual y biológico.

Existe evidencia de que hubo silenciamiento de las víctimas, encubrimiento sistemático de los delitos y complicidad entre muchos miembros de la Congregación Hermanos Maristas, así como con sacerdotes diocesanos y sacerdotes de otras Congregaciones. Esto significa que esta Congregación, así como el Estado Vaticano, se han comportado como verdaderas organizaciones criminales dejando a lo largo de su historia un legado siniestro de vulneraciones a las infancias.


Esta asociación ilícita para delitos sexuales reiterados contra las infancias, su silenciamiento y encubrimiento, se mantiene activa hasta el día de hoy. Su expresión evidente es el negacionismo, la falta de reparación para estos delitos y la ausencia de garantías de no repetición de estas vulneraciones.

El negacionismo de la Congregación Hermanos Maristas es un delito que afecta la condición humana misma, pues afectan la dignidad y la honra de nosotras las víctimas , de los sobrevivientes y de todas las personas.


En mi caso particular, se cumplen 50 años desde que en Marzo de 1973 ingresara al Instituto Alonso de Ercilla para cursar el Quinto Año de Educación Básica. En Junio de 1973, cuando el colegio y la Congregación Hermanos Maristas celebraban el 6 de Junio yo ya estaba siendo víctima de abusos sexuales por parte del Hermano José Monasterio, el primero de muchos Hermanos Maristas y otros sacerdotes que me traicionaron, me trasgredieron, me violentaron, me violaron, me asesinaron en mi infancia, inocencia y espiritualidad.


Desde 1973 la culpa, el autodesprecio, la inseguridad y la desconfianza las viví en un eterno presente, desencadenando secuelas devastadoras en mi regulación emocional, autoestima, afectividad, asertividad, sexualidad, espiritualidad y vínculos afectivos.


Han sido 50 años de sobrevivencia, de una vida sufrida más que disfrutada, llena de menoscabo, de humillación, de fragilidad, de incertidumbre, de fragmentación. También de un evidente deterioro de la calidad de vida porque el cuerpo tiene memoria y se desarrollan secuelas biológicas a propósito de estos delitos sexuales: obesidad, dislipidemia, hipertensión arterial, diabetes mellitus, apnea del sueño, hiperuricemia, impotencia, depresión, estrés post traumático y trauma complejo.


Para muchos de nosotros, sobrevivientes de abuso sexual en la Congregación Hermanos Maristas, el 6 de Junio no es una fecha de celebración de la crueldad de un legado siniestro, sino una oportunidad para romper el silencio, volver a denunciar el horror y exigir la Justicia y la Reparación que tanto la Congregación Hermanos Maristas, el Arzobispado de Santiago, el Estado Vaticano y el Estado de Chile nos deben.


A la fecha, ni el Estado Vaticano, ni la Congregación Hermanos Maristas ni el Arzobispado de Santiago han realizado actos ejemplares ni ejemplificadores de Justicia, Reparación y No Repetición.


Recordar esto no es un asunto del pasado. Es un tema más actual que nunca. Porque se trata de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición. Esto es, se trata de la dignidad humana.


Mientras tanto, seguimos esperando que el Presidente Gabriel Boric cumpla su palabra de implementar una Comisión de Verdad, Justicia y Reparación para el abuso institucional de las infancias.

Nada más, nada menos.



Viña del Mar, 5 de Junio de 2023

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